martes, 5 de agosto de 2014

LA NUEVA GENERACIÓN: MARISMAS DE ISLA CRISTINA

Sin duda la visualización de individuos jóvenes en un enclave natural, solo puede tener una lectura de carácter positiva. Durante estos meses, he pasado gran parte de mi tiempo en un paraje natural situado a orillas del atlántico, Marismas de Isla Cristina. Quizás estemos acostumbrados a ver cigüeñas en sus nidos, pero aun así debemos pararnos de vez en cuando para poder admirar sus rutinas de comportamiento tanto en la época de cópula, cría y posterior salida del nido. 

Adulto de cigüeña abandonando el nido en busca de comida para sus tres crías.
Isla Cristina constituye uno de los principales pasos de limícolas de todo Europa, siendo uno de los ecosistemas que surte de alimento y cobijo a aquellas especies que están "de paso", como aquellas que crían en los taludes y vegetación de la marisma. Como muestra de los segundos he podido captar cigüeñuelas, avocetas y chorlitejo chico.

Pollo de cigüeñuela (Himantopus himantopus) 
Pollo de chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus)
Pollo de avoceta común  (Recurvirostra avosetta)

En la categoría de las anátidas, el anade azulón ha tenido un gran éxito en cuanto número de pollos, brindándonos la posibilidad de ver muchas hembras acompañadas de 8 o 9 pollos.



Grupo de pollos de pato real


Por otra parte, la temporada de cría ha sido más que exitosa para los tarros blancos pudiéndose ver un grupo nutrido de unos 29 individuos en los esteros cercanos al molino mareal de Isla Cristina.

Jovenes de Tarro blanco en vuelo


Como no podía ser menos, el "Ave del año" ha elegido este enclave como lugar en el que llevar a sus crías para sus primeros vuelos y para su alimentación, dejando imágenes más que bellas en los vallados que separan las distintas partes de la marisma. Hay que recordar que la presencia de esta especie de ave, es un buen indicador de riqueza natural y calidad de vida.

Dos pollitos de golondrina común tomando el sol en un vallado


Fácilmente reconocible por su plumaje, codiciada ave cinegética, no se pusieron en el punto de vista de ningún arma y si de mi objetivo esta familia de Perdices rojas que después de cruzar el camino por donde iba yo, se detuvieron en la parte mas alta de un talud brindándome esta oportunidad.


Conocidos alrededor del mundo como “Tapacaminos”, “engañapastores”, “Gallinaciega” y “Tontico”, su nombre, Chotacabras deriva de un mito fruto de un error de observación. Un grupo de ganaderos podía contemplar cada noche como esta especie de ave merodeaba alrededor del ganado, según ellos en busca de leche, según la realidad en busca de los insectos asociados al ganado. Estos crían en zonas de pinares en la marisma de Isla Cristina y son muy difíciles de ver por su mimetismo y sus hábitos nocturnos.

Cría de chotacabras gris en su nido de acículas de pino

Para poner fin a este publicación "en pañales", las lavanderas boyeras que se pueden ver en todos las pequeñas acumulaciones de agua dulce, que no son muchas, se dejan fotografiar con relativa facilidad, así como el simpático pollo de estornino que estuvo "posando" durante un tiempo como si disfrutara y dejándome sacar la instantánea que como La Gioconda de Leonardo da Vinci tiene una sonrisa que desaparece al mirarlo directamente. Por último, un ave de temporada que no escatima a la hora de emitir sus alarmantes cantos, el triguero.




Pollo de lavandera boyera

Pollo de estornino


Pollo de triguero